Si bien 2019 fue un año plagado de incertidumbre, misma que detuvo el desarrollo y la producción hasta alcanzar niveles cercanos a la recesión, la inercia de la economía y los negocios para México en este 2020 lucen mucho más alentadores. Hagamos una lectura de algunos indicadores que nos dan un panorama favorable para el primer año de esta nueva década del siglo XXI.
Economía y negocios México 2020: aspectos positivos
Los signos positivos se refieren en gran medida al nuevo ambiente de certidumbre que algunos procesos macroeconómicos internacionales han comenzado a mostrar, así como a decisiones en los niveles de Gobierno y estadísticas de crecimiento de ventas e inversión de la iniciativa privada.
Analicemos algunos de ellos:
1. Próxima ratificación del T-MEC.
El acuerdo comercial internacional ya ha sido ratificado por dos de los países de América del Norte involucrados: México y Estados Unidos. Únicamente falta que Canadá se pronuncie al respecto, lo que es más cuestión de tiempo que de renegociación, para pasar de la nube gris que teñía al acuerdo a un viento de dinamismo que despejará el camino a nuevas inversiones y a una renovada actividad con nuestro aliado económico más importante.
2. Fin a la guerra comercial entre potencias.
China y EE. UU., máximas potencias comerciales del globo, sostuvieron durante poco más de 15 de meses una guerra comercial que consistió en regulaciones y aranceles e impactó de manera negativa a todo el mundo, principalmente por el estancamiento causado a industrias estratégicas. El acuerdo firmado en enero de 2020 entre los representantes de Washington y Pekín, augura una nueva inyección de dinamismo a la economía mundial.
3. Aumento de remesas desde EE. UU.
Una de las principales entradas de dinero al país son las remesas, que superan un flujo anual de 33 mil millones de USD, provenientes en su gran mayoría de los EE. UU.; conforman un indicador macroeconómico que inmediatamente se refleja en la microeconomía, en las finanzas familiares. Se prevé que este aumento siga al mismo ritmo, cercano al 10% mensual, como ha venido haciéndolo paulatinamente desde el tercer cuatrimestre de 2019.
4. Incremento de 20% en el salario mínimo.
No sólo los indicadores internacionales, sino también los nacionales, son los que permiten pensar la economía de México en 2020 como sana y en crecimiento moderado. Una de ellas es el reciente aumento al salario mínimo, que presumiblemente incentivará el consumo y disparará la economía.
5. Disciplina fiscal.
Un aspecto crucial del actual Gobierno es el rigor fiscal y tributario que ha mantenido desde el inicio de sus funciones, mismo que favorece a México al mantener la deuda pública estable como porcentaje del P.I.B y, por lo tanto, contribuye a la estabilidad financiera y cambiaría.
6. Plan de infraestructura e iniciativa privada.
El capital que inyectará la iniciativa privada –a través del Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura del Sector Privado, como parte del Plan Nacional de Infraestructura– será de vital importancia para liberar un conducto de flujo de capital que, además, ayudará a resolver las necesidades de vivienda, comunicación, transporte y logística de los mexicanos y residentes en el país. En el primer paquete presentado de este Acuerdo, se contemplan más de 147 proyectos que representan una inversión de 859 mil millones de MXN.
7. Alza de 7.2% en ventas minoristas.
Otro indicador positivo llega desde la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), con el anuncio de que en enero de 2020 las ventas de los negocios afiliados a ella llegaron a 107 mil 400 millones de MXN, lo que implica un crecimiento de 7.2% en comparación con igual mes del año anterior. Esto aun sin contar entre sus filas con la presencia de Walmart, el otrora gigante de esta Asociación.
Un análisis más interesante arroja que sólo en tiendas con menos de un año en operación, el alza en las ventas de la ANTAD fue 4.3% mayor al de hace un año, lo que habla de un impulso en el consumo minorista y de una renovada confianza en negocios jóvenes.
Entonces, ¿cómo invertir?
El panorama en el país es muy alentador. Poner el capital a fluir a través de inversiones es una buena opción, sobre todo en el rubro que tradicionalmente es el más seguro para las inversiones fuertes de capital: los bienes raíces. Con la plusvalía que ofrecen los inmuebles, más la certidumbre de su retorno cuando se da con el desarrollador adecuado, la pregunta no es si invertir o no en inmuebles, sino en qué tipo de inmueble invertir.
Además, cabe recordar que los bienes raíces no sólo abonan al capital económico, sino también al capital social y cultural de quienes habitarán el patrimonio adquirido. Ahondamos sobre ello en el estudio que puedes descargar haciendo clic aquí abajo.