Como todo sistema dinámico, la economía depende de diversas variables cuyo comportamiento es de difícil pronóstico. Todas aquellas actividades que forman parte de la cadena de producción y consumo de productos y servicios, interactúan con otros factores que pueden vulnerar su equilibrio. Desde circunstancias dentro de la misma maquinaria fluctuante de la economía, hasta sucesos sociales, políticos, de salud; locales, regionales, globales o de cualquier otra índole a la que ésta puede estar supeditada. Es natural que este equilibrio sea embestido constantemente por eventualidades inesperadas, desembocando una vez cada tantos años, en crisis económicas. Rara vez la economía goza de estabilidad, es como si en el corazón de los distintos mecanismos que la regulan, existiera perenemente la semilla de una “futura crisis”. Es solo cuestión de tiempo…
Tal vez esta afirmación no ayude demasiado a enfrentar las dificultades de una crisis, pero ciertamente puede ser el punto de partida para aceptar lo inevitable con serenidad y encontrar la mentalidad precisa para reconocer las oportunidades disponibles y darles la bienvenida cuando se presenten.
Por extraño que parezca, las posibilidades propicias para una inversión pueden surgir durante una crisis económica; es común que los precios de diversos activos, acciones, bonos, fondos, negocios y bienes raíces, bajen estrepitosamente.
Pero… La pregunta no es realmente qué tan bajos pueden ir los precios durante una recesión, sino el hecho de que permite comprar antes de que los precios vuelvan a subir. Es ahí donde se encuentra la clave de las oportunidades en medio de la tormenta.
El temor suele orillar (o forzar) a algunos –presas del pánico– a creer que la mejor opción es ahorrar en lugar de invertir… este concepto se ha malentendido y debe ser aclarado. Al ahorrar mantenemos el capital en el banco –o en el colchón–, a la deriva de los eventos que ocurran con la economía; burbujas del mercado que revientan generando una reacción en cadena de eventos tales como inflaciones o devaluaciones, con los que nuestro dinero perdería valor o, dicho de otro modo, el capital comprometido alcanzaría para adquirir menos bienes.
Los tiempos de crisis como una oportunidad
Las inversiones son un mecanismo que permite obtener un beneficio a partir de un recurso que podemos mantener por un tiempo, mientras que el ahorro sólo permite conservar el capital durante el tiempo que sea necesario para reunir una cantidad determinada para cumplir con ciertos objetivos a un plazo definido; la mala noticia es que el dinero estático pierde valor, más aún en periodos de crisis económica. A partir de esto, invertir es más productivo que ahorrar. Considerando que una crisis se puede prolongar indefinidamente, el capital invertido se mantendrá seguro, pero en movimiento. Obviamente esto depende de en qué se invierta.
Inversión inteligente para tu futuro
Es crucial identificar qué tipo de proyecto queremos construir con nuestros fondos, y considerar también que, en medio de una crisis, un ahorro no podría funcionar como boya en el naufragio; solo una inversión bien pensada, podría asegurar un patrimonio lo suficientemente sólido para salir a flote.
Razones para invertir en bienes raíces
- Dentro de las opciones de inversión, los bienes raíces siguen siendo la opción más inteligente, de bajo riesgo y de alta rentabilidad.
- La vivienda siempre ha sido, es y será una necesidad humana; así que ahí está el seguro de tu inversión.
- La mayoría de las personas desconocen que el invertir en tiempos de crisis es una oportunidad que traerá beneficios para el futuro.
- La compra directa de bienes raíces elimina la necesidad de intermediarios; las comisiones y cobros que implican los instrumentos de inversión; la asesoría que se requiere para configurar una estrategia y para diversificar las inversiones, diluye lo invertido.
- El mercado inmobiliario se mueve cíclicamente, así que es probable que cuando creas que el mercado ha tocado fondo, los precios ya estarán al alza y habrás ganado rendimientos y la plusvalía.
En tiempos de crisis, si cuentas con un patrimonio, tienes trabajo, salud y pasión por lo que haces, puedes convertirlo en motor generador de prosperidad; la mejor manera de hacer que el esfuerzo de una vida se convierta en potencial, en tiempo potencial de riesgos, es invertirlo en una de las necesidades humanas más básicas: la vivienda.
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