Desde el inicio de la historia, el que controla las tierras es quien ostenta el poder. En la actualidad ha evolucionado el concepto y ya no hace referencia al dominio que se ejerce sobre los habitantes de un territorio determinado, pero sigue siendo una idea que fácilmente puede asociarse a prosperidad. ¿Por qué?
Es imprescindible tener en mente que esto no significa que todos los inmuebles ofrecen el mismo rendimiento. Si bien la alcaldía Benito Juárez de la CDMX es la que ofrece una mayor oferta de inmuebles, éstos pertenecen al segmento residencial. Esto significa que están dirigidos a un perfil medio/medio-alto, conformado en su mayoría por ejecutivos de empresas o micro, pequeños y medianos empresarios. Esto es relevante porque, aunque este segmento tiene la misma necesidad básica de vivienda, su poder adquisitivo es vulnerable a los factores económicos nacionales, regionales y globales. Dicho en términos directos, si hay crisis, corren mayor riesgo de perder su empleo o ver una reducción en sus ingresos, lo que les dificultará pagar una renta o un crédito hipotecario. En contraste, la alcaldía Miguel Hidalgo es la que presenta la oferta inmobiliaria más atractiva, al concentrar el mayor porcentaje de desarrollos dirigidos al segmento plus (22%). Es decir, ahí se ubican varias de las zonas más exclusivas de la ciudad y, por consiguiente, con una mayor plusvalía.
Para fines prácticos, podemos analizar la situación de Polanco. Reconocido tradicionalmente por su excepcional oferta cultural, educativa, laboral, recreativa y comercial, concentra algunas de las calles con mayor valor por metro cuadrado de la ciudad, como Presidente Masaryk o Rubén Darío (USD$15,400 y USD$10,609 respectivamente). Aquellos que están buscando lo mejor de Polanco, querrán vivir en alguna de estas calles.
Aún en las zonas más cotizadas, en las calles más exclusivas, hay desarrollos que pueden resultar más atractivos. Un diseño a cargo de algún despacho arquitectónico reconocido o las amenidades que considera son factores relevantes que ayudan a incrementar el valor de un inmueble. Sin embargo, otra prestación que eleva la tasación de una construcción es su sustentabilidad.
¿Qué considera la sustentabilidad?
Comenzando por los materiales y métodos utilizados en la construcción y terminados, pasando por infraestructura de captación y reutilización de agua pluvial, equipos de iluminación de bajo consumo o hasta aprovechamiento de superficies para áreas verdes.
Brinda status, pero ¿cómo más beneficia?
Todas estas características proyectan un profundo respeto por el entorno, pero se extienden al ámbito personal, al mejorar las condiciones para la salud y productividad de sus residentes.
Económicamente, los beneficios son tangibles también, ya que ayuda a reducir los costos de operación y mantenimiento. Hay inmobiliarias que van más allá y certifican sus desarrollos, lo que da acceso a incentivos tributarios; el valor del inmueble es elevado, pero los impuestos que paga son menores al incentivar el cuidado del entorno. ¡Una relación de beneficio mutuo!
La posibilidad de que el incremento en la plusvalía de un inmueble se reduzca drásticamente es latente. Hay factores externos que pueden provocarlo, fenómenos naturales, por ejemplo, sin embargo hay zonas que, por sus atributos geográficos, urbanos y hasta sociales, prácticamente están exentas de dicho fenómeno. Una vez más, la ubicación del inmueble es decisiva para hacerlo económicamente rentable
De todos los tipos de inversión disponibles, la inmobiliaria es, indudablemente, una de las más estables en nuestro país. Aún en momentos en que la economía atraviesa momentos difíciles, los bienes raíces mantienen su valor, convirtiéndose en un generador de ingresos permanentes.
Entonces ¿es buen momento para comprar?
Siempre. Como no es excepción, actualmente existen condiciones para llevar a cabo una inversión inmobiliaria inteligente. El hecho más relevante probablemente sea la reducción de las tasas de interés, lo que convierte a los créditos hipotecarios en una herramienta atractiva para la adquisición de bienes raíces.
Además están los incentivos económicos que ofrecen las desarrolladoras: descuentos en el valor del inmueble, reducción del monto de apartado o ampliación en el tiempo de pago de éste, o hasta eliminación de las penalizaciones por cancelación del apartado.
Eso sí, la entrega inmediata se vuelve más atractiva, ya que elimina los riesgos por variación de tasas de interés, fluctuaciones en los costos de los materiales de construcción o cualquier otro factor negativo que puede complicar el proceso de compra o entrega.
En términos simples, pero concisos: Los bienes raíces representan una alternativa atractiva y efectiva para proteger nuestra economía, pero es importante saber decidir para que se convierta en una inversión inteligente.
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